jueves, 14 de junio de 2012

LINAJE ESCOGIDO





Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable
1 Pedro 2:9


Mefi-boset era hijo de Jonatán y nieto de Saúl. Nada podía cambiar eso. Una sierva se había escapado con él cuando éste era bebé; y se había caído – quedando él lisado de pies. Había sido sacado del palacio bajo circunstancias fuera de su control, y llevado a un pueblo llamado Lodebar. Era un lugar pobre, un lugar de miseria.  
Ha habido en tu vida circunstancias que no escogiste, y que te han llevado a la miseria? La miseria no es necesariamente material o financiera. Más terrible aún es la miseria emocional o espiritual. ¿Cómo ha sido tu vida? ¿Las circunstancias, o tus decisiones, te han sacado del palacio? ¿Te encuentras hoy en un lugar de limitación y pobreza? ¿Estás discapacitado, limitado o débil?
La historia de Mefi-boset nos muestra nuestras propias vidas. Debemos entender que, aunque él vivía en Lodebar, aunque su vida estaba sumida en la miseria y la dificultad, ÉL ERA DE LINAJE REAL. Nada podía cambiar eso. Como tal, él tenía derecho a todo lo que le correspondía.Además, existía un pacto entre su padre y el rey David. Se habían prometido cuidar de las familias del otro si fuera necesario. David ahora se enterraba de la existencia del hijo de su amigo, y él deseaba honrar ese pacto.Tú y yo, cuando hemos aceptado al Señor Jesucristo como único y suficiente Salvador, somos de linaje real. Nuestro Padre es el Rey del Universo! En Jesús gozamos, además, de todos los beneficios del pacto que Él hizo por nosotros. 
Me llama mucho la atención que Mefi-boset nunca había ido a reclamar lo que era suyo. Él sabía quien era – hasta la gente sabía de él. Es por eso que Siba al instante le respondió la pregunta del rey cuando averiguó si alguien de la casa de Saúl aún existía. Mefi-boset era conocido. Si él sabía quién era ¿por qué se quedó en Lodebar?  
La respuesta se encuentra en el versículo 8: “Y él inclinándose dijo: ¿Quién es tu siervo, para que mires a un perro muerto como yo?” El pobre hombre nunca había buscado lo que le correspondía porque se sentía indigno. Se veía como nada. Su autoimagen era tan pobre, su autoestima tan baja, que impedía su bendición.
¿Cómo te ves? ¿Cuál es tu autoimagen? No permitas que cómo te ves te robe la herencia que ya es tuyo. Dios no te ve como tú te ves. Él no considera tu pasado, tu miseria, tu discapacidad cualquiera fuese. Él te ve por lo que eres: SU HIJO O HIJA. Eres de linaje real! Acércate y sentarte a la mesa del Rey.

2 comentarios:

  1. hermoso blog, sigan adelante es de mucha edificación.
    mi blog www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com

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