lunes, 21 de julio de 2014

AMOR Y RESPETO

Muchos textos bíblicos han sido usados para aplastar a la mujer. Puedo asegurar que la voluntad de Dios nunca fue eso. Él no dio al varón la autoridad para que se convierta en abusador, sino para que sea protector. La Biblia es clara en cuanto a que el varón debe amar a la mujer de tal manera que Cristo amó a la iglesia. Ahí no hay lugar para abuso. Llama a la muerte de sí mismo para el bien de ella.

Lastimosamente, a menudo lo que dice en 1 Pedro 3: 1 al 2 es malinterpretado y usado para truncar a muchas mujeres en su propósito: “De la misma manera, ustedes esposas, tienen que aceptar la autoridad de sus esposos. Entonces, aun cuando alguno de ellos se niegue a obedecer la Buena Noticia, la vida recta de ustedes les hablará sin palabras. Ellos serán ganados al observar la vida pura y la conducta respetuosa de ustedes.” (NTV)

Primeramente, hay un contexto histórico que no se puede ignorar. Muchas  mujeres habían entendido el mensaje de Cristo y estaban dentro de la iglesia, pero sus esposos no. Muchas hoy día están en la misma situación, y no es fácil. A veces el hombre directamente se opone a la fe de su esposa o es abusivo. La carga puede volverse demasiado pesada para la esposa. Existe la tentación de terminar la relación, de dejarle al esposo y de seguir su propio camino. Pedro las está aconsejando en qué hacer. Dice que no se opongan a la autoridad de su esposo, sino que le permitan llenar el rol del marido y que le ganen “con la vida recta” que “les hablará sin palabras”.

Las mujeres a menudo fallamos en no entender cómo son los hombres. Creemos que piensan como nosotras pensamos y no es así. No es coincidencia que en Efesios 5:33 diga “Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.” Dios nos da instrucciones muy importantes que nos ayudan a comprender que necesita él, qué necesita ella. Es que no somos iguales y nuestras necesidades primordiales no son las mismas. La mujer debe ser amada. Obviamente también debe ser respetada, pero nuestra necesidad es de AMOR. El hombre, sin embargo, precisa primordialmente de RESPETO. Necesita saber que es admirado porque esto permite que él llene el rol varonil de autoridad que Dios le ha otorgado.

Volviendo al texto anterior, lo vemos ahora en otra luz. A las mujeres no se nos enseña que debemos someternos a la autoridad del hombre porque seamos menos o porque necesitamos ser dominadas, sino porque tanto el hombre como la mujer tiene un papel diseñado por Dios y necesitamos ser sabias para dejar al hombre cumplirlo. Cuando entendamos que el hombre tiene autoridad, no para aplastar y abusar sino para ser responsable ante Dios por la protección y guía que debe brindar, somos libres para ser nosotras mismas sin tener que usurpar el lugar del hombre para ser alguien.

Hay precioso descanso para la mujer quien está en un matrimonio donde el hombre la ama como Dios enseña. Pero ¿qué hay de la mujer quien está casada con un hombre quien no la ama de esa manera? Es una pregunta difícil con una respuesta delicada. La repuesta de Pedro es clara: “la vida recta de ustedes les hablará sin palabras. Ellos serán ganados al observar la vida pura y la conducta respetuosa de ustedes.” Cuán precioso es ver como una mujer respetuosa, decorosa y sabia gana a su familia para Cristo con el amor y la paciencia. Hay muchos testimonios de             que esto sí es posible. Dejar al esposo inconverso por un hijo de Dios no es la solución. Dios desea que él sea salvo y está dando a la mujer el poder para lograrlo, con una vida entregada que grita de Su poder.

Aclaro que con esto no estoy diciendo que una mujer debe quedar en una relación donde hay abuso. Cuando un hombre maltrata a una mujer, ella tiene que buscar ayuda. Cuando Dios habla de someterse nunca se refiere a que la mujer debe permitir al hombre hacerle lo que quiera. Ella siempre es preciosa y de mucho valor, y debe valorarse también.


Mujer, eres muy valiosa. Dios planeó tu existencia y ha escrito un plan perfecto para ti. Te conoce y te ama. Él es quien te promueve. No creas las mentiras del diablo que te quieren hacer creer lo contrario. Seamos sabias. Sepamos respetar al esposo., quien no será ganado ni impulsado hacia lo que Dios ha planeado por medio de la oposición a Su autoridad. Es cuando una esposa respeta la autoridad de su esposo que se abren las puertas hacia la conversión a Cristo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario